jueves, 15 de octubre de 2009

Reflexión: En el fondo del caño hay un negrito

Titulo: En el fondo del caño hay un negrito
Autor: José Luis Gonzales
Entrada: 11
Reflexión: Muchos al igual que el negrito Melodía han querido irse en búsqueda de aquello que les brinda felicidad. Las condiciones sociales que afectaban a Puerto Rico en aquel entonces habían afectado el bienestar y calidad de vida de muchas personas. Aquellos puertorriqueños que habían quedado desahuciados no les quedo más opción que irse movilizando hacia el caño los primeros en llegar conseguían la mejor tierra pero la familia de Melodía al ser una de las ultimas tuvo que instalarse en medio del caño donde las condiciones de vida no eran las más apropiadas para el niño. Mientras otros disfrutan de riquezas el pobre Melodía pasaba hambre y su esperanza estaba en el guarapillo de guanábana que su mama le daba para engañarle en apetito. La gente alrededor de esta familia eran solo espectadores que no realizaban acción alguna por ayudar. Aquellos que pasaban sobre el puente y miraban con desprecio el arrabal donde tenía que vivir Melodía eran los causantes de tales injusticias pues el progreso de la capital había lanzado al arrabal a aquella familia. Entre todo aquel mundo gris lleno de miseria y hambre, Melodía había encontrado su rayo de luz en el niño que le sonreía desde el fondo del caño. Su madre probablemente lo descuidaba ya que su mente estaba muy ocupada pensando en su situación, quizás hasta pensaba que había traído a esa criatura al mundo para sufrir. Su padre debía salir de la casa para buscarse sus monedas, monedas que servirían para alimentar a su pequeño. Esos descuidos le dieron la libertad a Melodía para irse a buscar la felicidad incondicional que le deba su único amigo en el fondo del caño.

Al leer el cuento lo primero que pensé fue “La sociedad ahogo a Melodía en el caño”. Ni el gobierno ni la sociedad hicieron lo posible por ayudar a estas personas ellos solo fueron simples espectadores y el caño era su microscopio. En la actualidad existen áreas en la isla que aun no cuentan con servicios básicos como lo es la energía eléctrica y el agua. Aun existen familias que para llevar a sus hijos a la escuela deben cruzar un rio que no posee puente y cuando hay crecidas se les dificulta el paso, soy testigo de lo que tenían que pasar las familias que vivían al otro lado del rio pues viví en Magueyes. Por años el colegio donde estudie prestó servicios comunitarios a la zona de Magueyes viejo y Marrueños (zona rural montañosa) en Ponce. En estas zonas hay muchas familias que carecen de título de propiedad por lo que hacen las cosas con lo que pueden y como pueden. Muchas de estas familias construyen chozas de madera y zinc cerca de los riscos que hay en esos montes lo cual es peligroso. Ahora cuando les preguntas a estas personas si se consideran pobres ellos dicen que no, pues tienen lo necesario (agua, quinqués, hornilla de gas y comida) para vivir. Muchos ven a estas familias como si fueran escorias de la sociedad, inútiles e inservibles, pero no es así muchos de ellos están ahí porque no tienen otra opción ya que la sociedad y el gobierno literalmente se han olvidado de que ellos son tan humanos como el resto. Existen muchos Melodía que algún día cuando todo se torne gris al mirar al fondo del caño encontraran esa felicidad incondicional que querrán seguir eternamente.

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